martes, 8 de agosto de 2006

Hidra

el templo que yo custodio no es menos
ni más que mi integridad sagrada;
he aprendido de mi sangre quemada
a no confiar en los dioses del fuego.

a mis plantas dejarás tus siete ofrendas
yo te saborearé entre colmillos;
para un ser heptalingüe es sencillo
persuadirte de que apenas te defiendas.

lo de Hércules es una burda trampa
que abstinentes de mi nutritiva sangre
inventaron con sus almas resentidas.

nunca nadie desfiló sobre mi estampa,
pobre diablo, te empeñás en mutilarme
y enojadas nacen ramas de mi herida.
(2006)

martes, 1 de agosto de 2006

Un postín al paso

Les escribo desde este post/posta rapidito para decirles (a quienes corresponda) que mi teléfono cayó junto con el granizo. Por eso la falta de internet, y consiguientes actualizaciones.
Uy, ese es mi tren... ¡hasta la vuelta!