lunes, 25 de septiembre de 2006

La foto que no saqué

Contexto: Dos de la tarde, aproximadamente, luz mucha luz. Yo estaba parada en mi cama colgando un móvil; en realidad es una genuina marioneta del pueblo de Brujas, un cocodrilo de madera patinada en verde, simpático, planimétrico, articulado. Miro para abajo.

La foto: Visto de arriba y fuera de foco, en primer plano, el lomo de cocodrilo, con sus hilos que atacan a la lente en perspectiva, ocupa el noroeste de la imágen.
Todo el fondo de la imagen lo ocupa la madera y el antiguo acolchado rosa de mi cama. Se ve algo de la púrpura pared y la alfombra azul.
Del otro lado de la diagonal, (el sudeste), al fondo de la foto, sobre la cama, está mi perra. En ella está enfocada la imágen, nítida. Un poco traspuesta a la marioneta, un poco vista a través de sus huecos interarticulatorios, y casi toda visible, muestra su lomo a la cámara, pero está concentrada en otra cosa. La marioneta en realidad está girando, pero en un instante, las horizontalidades de ambos cuerpos, verde y monolítico uno, moreno y peludo otro, se yuxtaponen en una hermosa analogía coreográfica.
Click.

Escalofríos

Si quieren vivir una experiencia escalofriante, pueden entrar a chatear con Alan, en esta página. El tema es que Alan no es un chaboncete en el sentido corriente de la palabra, sino que es un "chatbot", o sea: un nuevo tipo de inteligencia artificial, con el que la gente que lo hizo ambiciona crear "una nueva forma de vida". Alan, siempre que sea en inglés, conversa con vos de cualquier cosa, te habla de sí mismo y hasta te da algunos consejos de vida.
A mí me dio mucho miedo. Le dije bye y me fui. Él me dijo algo así como que había sido un placer hablar conmigo y que vuelva pronto. Heavy.

Carnaval

Murga
divina princesa, arrabalera belleza.
®
Un instante en la gloria
sin tener que morir o matar.

domingo, 24 de septiembre de 2006

Dulce condena

Gracias, sabia Maru con antenas, por posibilitar estas conclusiones. Parece que es así: cada uno disfruta de sus problemas como más le place. Problemas tensiones inquietudes tragedias, uno le asigna el grado de depresión tristeza preocupación dramatismo que más lo deleite.
¿Que no me preocupe? ¿Y qué hago entonces? Justo, que esto se está poniendo interesante. A veces son rituales, tradiciones, lo esperado. Minoviomedeja=Pozodepresivo. Miperromurió=Nomehablendeperros. Díadelluvia=taciturnoyfilosófico. Y me parece bien, muy bien. Capaz es vivir en tercera persona, como dice Manuel Mandeb. "Nos vemos un domingo a las siete de la tarde y nos gusta como quedamos tristes". Capaz es un vicio de la era audiovisual. Pero yo me refiero menos a eso que a la elección, la decisión de cómo uno quiere transitar su problema.
Hay quién yo sé que esto en un mes se me pasa / si tiene solución, no me preocupo, si no tiene (¿como era eso?)
Y hay quien me quiero morir / nunca voy a volver a ser el/la mismo/a
El problema en sus formas más banales o más tremendas es una parte muy abarcativa, por no decir continua, en la vida de las personas. Y cada cual decide cómo le es más sano, vertiginoso, productivo, divertido, llevar su vida o sus problemas. Claro que, como cualquier elección de vida, es objetable. Pero no única ni axiomática, eso digo.
Particularmente, no siempre me es mejor preocuparme menos. No compro ni ofrezco dramatismos exagerados (aunque, pensándolo bien, algunos dramatismos inversos, disminuídos: "no es nada, no es nada"), me hace mal pasar de ese lado de la escala. Pero los grados más bajos me dejan vacía. A veces me encuantro deseando, y no pocas con fervor, que venga un problema, que llegue un problema. Siempre trato de aclarar que no quiero desgracias, como cuando uno quería enfermarse para faltar al colegio, pero de algo que duela poco. Mmm, qué cobarde, quiero los beneficios de los problemas pero no sus maleficios. Igual, me hago cargo, los combato. Los combato.
¿Será una excusa por si fracaso?
¡Ajá!