nos deshicimos fruncidos de nuestra hepática juventud
fuimos escépticos o entusiastas con el manual de antropometría
hablamos de democracia con los walkman puestos en circuito cerrado
apoyamos nuestros argumentos en el hombro del más desprevenido
nos morimos de risa con las simpáticas ocurrencias de nuestros beneficiarios
no cazamos una
organizamos jornadas de debate donde discutíamos sobre huevos y gallinas durante 3 horas cuarenta y cinco y concluimos nuestro disenso y sonreímos a la foto
nos aburrimos como arqueros suplentes y nos quedamos disfónicos del embole
nos jugamos poco y nada
bailamos el baile de la silla con la excusa de bailar
nos pusimos fieros fieros con los huesos pelados de nuestras mezquindades.
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