su mácula sangrienta
la orquídea blanca entre transeúnte al paso rueda
no para hablarme
sí para a hablarme
y yo ratifico todo lo que ofrece su boca,
lo no-ver(te)bal y lo verb(r)al,
es un mismo poema de día y de noche
por el suburbio intrincado yo la busco
también
escudo en mano de la misma madera que su pócima
por eso sobrevivo al embate del lenguaje, a la germinación del verbo
pedaleando en mi escoba negra
la orquídea blanca, yo la reconozco
por su mácula sangrienta.
1 comentario:
Que bueno empezar mi dìa leyendo(te)
Abrazos..
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